Investigaciones de prestigiosas universidades como Harvard (Congleton, Hölzel, Lazar, 2011), British Columbia y Chemnitz University of Technology (K.C.R. Fox et al. 2014), Stanford (P. Goldin et al., 2013).

Demuestran que la práctica favorece la neurogénesis (creación de nuevas neuronas), neuroplasticidad (creación de nuevas conexiones entre las neuronas para favorecer la adaptación y el aprendizaje), reducción de creencias y emociones  negativas, mejora de la memoria, de la concentración, de la autoconciencia emocional, del autocontrol, del equilibrio emocional, la flexibilidad conductual, el procesamiento de información compleja y abstracta o la capacidad para tomar decisiones.  

Además la práctica de Mindfulness está siendo utilizada en proyectos educativos pioneros como el Mindful Nation del Reino Unido para dotar de recursos emocionales a los niños y adolescentes, en organizaciones punteras como Google, para entrenar la inteligencia emocional de sus empleados, en Centros médicos de referencia como la Clínica Mayo o en equipos deportivos de élite como los legendarios Chicago Bulls de Michael Jordan y Phil Jackson.